“La sangre que corre” Opinión recibida de Juan José Jusid 25 de marzo, 2013
Después de algunos aplazamientos por distintos motivos laborales, finalmente pude leer “La sangre que corre”. Y debo, con toda sinceridad, felicitarte por ella. La narración de una real tragedia que no nos ahorra padecer innumerables muertes crueles y violentas de seres humanos a lo que uno se ha aproximado afectivamente, me resulta atrapante, seguramente por la tozuda vitalidad de su protagonista Berta, que sobrellevarla todo lo que le ocurre como autentica peleadora por la supervivencia hasta el final. Y nada menos que frente al desfile de todos las peripecias ocurridas en la Argentina desde fines de los años 20 hasta promediar los 70, que la agreden por demás. Los personajes de su entorno tienen un sino trágico. Además del temple épico de Berta para la vida, junto a la pasión por el teatro, el clima entre bucólico y melancólico de sus orígenes en la tierra de Moisesville, se advierten las debilidades de Samuel, el exhibicionismo del Torito, ídolo indiscutido entre los de Mataderos. Quizás la tentación de abarcar como una crónica a todos los sucesos relevantes en esas décadas, y su violenta incidencia en los personajes y cierta tentación por el costumbrismo, se contraponga un poco con la posibilidad de ahondar en los conflictos singulares de cada uno de ellos.
Pero esto es solo una impresión personal, que para nada opacan el esforzado trabajo de reconstrucción que has realizado, y que termina haciendo que los lectores sintamos como propio el agotamiento por la dura vida de la protagonista de la novela en toda su extensión.
Realmente te deseo la mayor de las suertes con los lectores. Abrazo. Juan José.
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